Un viaje siempre es una aventura, por muy organizado y metódico que seas, siempre hay espacio para lo indefinido, lo inesperado o lo sorprendente. Pues en Costa Rica encontrarás algo más, una y otra vez me venía a la cabeza las imágenes de la peli de Harrison Ford en la Costa de Los Mosquitos, ya sé que no se rodó aquí pero esa idea de un viaje a través de una tierra repleta de selvas, bosques húmedos, volcanes en erupción, pueblos indígenas y playas de arenas doradas, donde el agua del mar azul se desliza con suma sensualidad hasta casi tocar la línea de cocoteros y palmeras, donde monos, guacamayas y tucanes, no dejan de darte la bienvenida con sus llamativos colores y su cacofonía infernal.
Esta vez volamos con Iberia, tanto desde TFN, en Tenerife como desde Madrid, donde recogimos a Daniel, Irene sigue dándole a la tecla y no puedo pasar con nosotros las Navidades de 2019. Un vuelo hasta Costa Rica que duró casi 10 horas y que en total hemos recorrido (1.942×2 + 8.478×2) 20.840 km. Costa Rica está situada en América Central, limita con Nicaragua al norte, el mar Caribe al este, Panamá al sureste y el océano Pacífico al oeste. Su moneda es el colón ( 1€ (2019) = 636,38 colones). Su capital es San José y en una primera impresión es un país que tiene muchos problemas de infraestructura, carreteras, edificios, seguridad ciudadana, etc.
Decidimos que nuestro centro neurálgico sería la población de Alajuela, donde está el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría y a 19 km de la capital, San José. Es una zona rural pero con gran proyección comercial con varios grandes centro comerciales (City Mall, Mango Plaza,etc) hoteles de lujo (Hilton, Marriot,etc), universidades (Técnica de Costarica, UCR, ITCR, UNA, etc), sede de grandes bancos internacionales, (HSBC, el Citibank, etc), centro de alta tecnología (Intel, Boston Scientific, Hologic, etc) y muy bien comunicada por carreteras. Nos alojamos en el Holiday Inn Express Airport, utilizando como digo, como transición entre la zona del Pacifico y el Caribe.
Tortuguero; El Santuario de las Tortugas
Nuestro primer destino fue el Parque Nacional de Tortuguero. Contratamos la excursión de 3D/2N con Gray Line Costa Rica DMC. Nos fueron a buscar al hotel a las 5:30 am y después de recoger a otros viajeros en San José, pusimos rumbo al norte de Costa Rica, atravesando la cordillera volcánica central, el parque Braulio Carrillo, territorio cubierto principalmente de bosque tropical húmedo primario por la carretera ruta 32, por el llamado «Paso de la Palma», que conecta San José con las extensas llanuras de Guápiles, dándole acceso a la provincia de Limón.
Continuamos hasta llegar a la Pavona, el embarcadero fluvial del Río La Suerte, unos 135 km en total (2:30-3 h). Recuerda que la máxima velocidad es de 80 km/h y que muchas de las carreteras están en mal estado y circulan mucha gente por ellas; personas en bicicletas, carros, animales salvajes o simples peatones. Obviamente este trayecto se puede hacer en coche propio pero lo tendrías que dejar en un parking privado en la Pavona (10$/d) y comprar el ticket para el bote público (4$/p) (horario: 7.15; 11; 13, 16 h) o en lancha privada (10$/p).
El trayecto en bote dura entre 40 o 60 min hasta el embarcadero, el Almendro del pueblo de Tortuguero, siempre con el ensordecedor ruido del motor del bote cubierto, que protege de la lluvia omnipresente. El patrón de la embarcación iba parando cuando veía algún animal (garzas reales, iguanas, cocodrilos y/o algún tipo de mono en las copas de los árboles). El río parece retorcerse sobre si mismo, en algunos puntos su ancho no es más de 3 metros, fangoso con riberas cubiertas por mucha vegetación y pequeñas playas de arena o limo depositado. Sin aviso el río desemboca en un canal más amplio o laguna, son los canales de Tortuguero. El bosque húmedo tropical lo ocupa todo.
Seguimos navegando hasta llegar al embarcadero del pueblo de Tortuguero, El Almendro y allí nos distribuyeron entre los distintos alojamientos. Nosotros fuimos al Baula Lodge, a unos 10 minutos en bote del pueblo, dentro de la laguna que forman los canales y la tierra firme. Si se va por libre, en el embarcadero se sitúa la Asociación de Guías de Tortuguero, ofrecen tours para avistamiento nocturno de tortugas poniendo huevos en la playa (2h; 25$), travesía por los canales del parque natural en canoa o kayak (20$), caminata por el parque natural nocturna o diurna (2h, 20$), avistamiento de aves (20$), tour de pesca (80$) o trekking al Cerro Tortuguero que permite ascender al punto más alto que sirve como mirador de toda el área (119 m, 45 min). No te olvides de que todas las excursiones se pagan en metálico. El acceso al Parque Nacional es de 15$ (2019) por persona por día. Después de descansar nos dimos una vuelta para conocer las instalaciones y alrededores del alojamiento, almorzamos en una especie de palapa al borde del río, ¡espectacular!.
Esta foto de Costa Rica Roots Tours es cortesía de TripAdvisor
Nos vinieron a buscar para dar nuestro primer paseo por el pueblo. El pueblo de Tortuguero se sitúa en una larga lengua de tierra, es muy pequeño, una calle central, donde se encuentran la mayoría de los servicios turísticos, restaurantes, tiendas de souvenirs, agencias de tours privados, tienda de comestibles, etc. En el momento de la visita no había cajero. El embarcadero se sitúa en el centro de la calle principal que discurre en paralelo a la laguna y los canales, por un lado y por el otro, al mar Caribe. En un extremo se encuentra la entrada al parque natural de Tortuguero y en el extremo contrario el Museo de tortugas en el centro de Caribbean Conservation Corporation (CCC).
El guía nos contó que los habitantes de Tortuguero son de diversa procedencia y como consecuencia se ha creado una mezcla cultural. Si bien los primeros pobladores fueron descendiente de los mayas, con la llegada de los colonos españoles, que establecieron diversos tipos de plantaciones y necesitaban mano de obra, principalmente indígenas Miskitos y esclavos afro-caribeños. Con la construcción del ferrocarril y la explotación maderera aumentó la migración, tanto de países colindantes como de EEUU y Europa. Esto hizo que se construyeran canales para facilitar el transporte de mercancías pero cuando estos negocios decayeron, la población autóctona volvió a la agricultura, caza y pesca de sus ancestros. Hoy en día el auge del turismo es el nuevo motor de la zona y ha hecho que se desarrollen mejores servicios e infraestructuras. La tarde se tornó gris y lluviosa pero el magnífico espectáculo de la playa brumosa, debido al fuerte oleaje, recortada por el verdor de la vegetación que muere en la misma arena nos dejó impactados, otra imagen para el recuerdo.
En esta época del año, diciembre, amanece muy temprano, 5:30 y anochece sobre las 18:00 h. habíamos quedo sobre las 6:00 h, dicen que es la mejor hora para ver a los animales. Nos dirigimos en una lancha a los canales. Nos dijeron que en este área natural encuentran refugio el manatí o vaca marina, cocodrilos y el prehistórico pez gaspar (zona caño negro). Además es el hábitat de la danta o tapir, el jaguar, los monos congo o aulladores, carablanca y araña, el perezoso de tres dedos y/o mapaches. Entre las aves destacan en este área, el martín pescador, garcetas nevadas, garzas azules, tucanes y loros. Desde luego la biodiversidad es abrumadora y no se trata de citarla aquí en su totalidad; aunque vimos algunas especies, debo reconocer que era realmente difícil, el día amaneció lluvioso y con bruma. En las riberas, la vegetación era muy espesa y solo se oía el rumor del bote y los murmullos y cacofonías lejanas de la jungla. Nos movimos en dirección a la isla de las Cuatro Esquinas, en la desembocadura del río Tortuguero durante unas dos horas. Luego regresamos a desayunar al hotel.
Dos horas más tarde nuestro guía regresó para realizar un trekking por el sendero Poponjoche, en la misma área de nuestro hotel, aunque se han de cruzar varios resorts hasta llegar a su inicio. El sendero cubre una distancia de un kilómetro, a través de un manglar, por una plataforma de madera elevada. Se atraviesa un bosque primitivo. Su nombre viene de la delicada flor del poponjoche (Pachira aquatica), que los nativos usan como jabón. Vimos nuestros primeros tucanes, serpientes, diversos cangrejos azules y blancos, perezosos, monos aulladores y diversos tipos de plantas. El guía nos mostró el Palmito (Socratea exorrhiza) perteneciente a la familia de las palmeras, posee un tronco central del cual crecen raíces áreas que colonizan nuevas zonas pantanosas a su alrededor pudriéndose las originales y provocando el efecto de que camina. Después de dos horas regresamos al hotel y nos dieron la tarde libre. Después de almorzar volvimos por nuestra cuenta al sendero.
Nuestro tercer y último día en Tortuguero consistió en un nuevo paseo en bote al amanecer por la laguna Penitencia y más tarde por el caño Palma, un canal angosto de aguas oscuras donde se ubica la Estación Biológica Caño Palma, dedicada a la investigación y donde además hay programas de voluntariado. Realmente impresiona navegar por este canal tan estrecho, en algunas ocasiones no hay más de 2 ó 3 metros entre las orillas cubiertas de palmas y las ramas de los grandes árboles casi se tocan formando un túnel de vegetación. Vimos algunos monos de cara blanca y algún martín pescador.
Después del desayuno hicimos un trekking por el sendero del Jaguar. Una pista de tierra de unos 2,5 km, que discurre paralela a la playa. Chispeaba mientras recorríamos el sendero y parecía que no había ningún animal, filas de hormigas cruzaban el camino trasportando atareadas pequeñas ramitas verdes. El guía nos enseño los agujeros en el borde del bosque y la playa donde desovan las tortugas. Por todos lados se veían restos de huevos. Conocimos a un visitante habitual de la playa, el pelícano Wilson. El regreso lo hicimos bajo una lluvia torrencial. Almorzamos en el hotel y recogimos nuestras mochilas para regresar a nuestro cuartel general de Alajuela, haciendo el camino inverso (5 h), llegando cuando casi anochecía.

Sabíamos que en esta época del año no era posible el avistamiento de tortugas, aunque es la actividad principal y reclamo turístico de Tortuguero. Durante la temporada de anidamiento que va de julio a octubre, de 18:00 a 6:00 h está prohibido acceder a la playa, para no molestar a las tortugas que, aprovechando la seguridad de la noche, salen del mar y remontan la arena para poner los huevos. La playa se divide en cinco sectores y todos los días a las 17:00 h se hace un sorteo para determinar en qué horario (20h-22h o 22h-24h) y sector va cada guía con su grupo. Luego es cuestión de suerte ver las tortugas anidar bajo lámparas de infrarrojos. En cualquier caso disfrutamos mucho de este área natural aunque el tiempo no nos acompañara.
Nuestro viaje continua por la Cordillera Volcánica Central de Costa Rica, el alma de los Ticos, no te la pierdas…
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