Nos vamos al norte de Italia, a la región de la Emilia-Romaña, encajada en la llanura fluvial del rio Po, entre los Apeninos y la costa Adriática. Su nombre deriva de la unión dos regiones, Emilia, por la antigua calzada romana que la cruzaba, vía Emilia y Romaña, que es el termino latino que se utilizó para designar la zona que quedaba bajo el control del imperio bizantino tras la caída del imperio romano.

Quién no ha soñado con alguna vez con degustar alguno de estos productos: el queso parmesano (Parmigiano Reggiano), el jamón de Parma, los tortellini y la pasta fresca, los gnocchis, el ragú a la Boloñese, el vinagre de Módena, el Lambrusco, etc. Además de visitar castillos, fortalezas, impresionantes catedrales, arte en palabras mayores, y sin olvidar las famosas marcas como Ferrari, Lamborghini y/o Ducati. Pues todo esto y más ofrece esta región maravillosa de Italia que te iremos contando en pequeñas dosis porque abruma tanto patrimonio.

Bolonia, la dotta, la rossa y la grassa

Comenzamos nuestro itinerario por la capital de la región, Bolonia, más conocida por los italianos con los sobrenombres de la Dotta, la Rossa y la Grassa. La Culta porque en ella se fundó la Universidad más antigua de Europa (1088). La Roja por el color de sus tejados y por su tradicional ideología de izquierdas. Por último, la Gorda, por su excelente gastronomía, capital de la pasta fresca (el tortellini), la mortadela, ciudad origen del ragú.

1. Piazza Nettuno

Podemos decir que en Bolonia todo empieza y termina en las plazas de Neptuno y Mayor. En la primera te recibe, Il Gigante, un poderoso Neptuno de bronce, rodeado por cuatro querubines que representan los grandes ríos y en la base cuatro sirenas vierten agua desde sus pechos. Dicen que si le das 2 vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj te traerá suerte. Al lado derecho se encuentra la Biblioteca Salaborsa, ubicada en el Palazzo d’Accursio, en sus entrañas se puede visitar vestigios de la ciudad romana y al lado izquierdo el palacio Re Enzo (s. XIII), conocido como Palacio Nuevo (Palatium  Novum). Su nombre se debe al Rey Enzo de Cerdeña, que permaneció encerrado aquí hasta su muerte. Actualmente en un centro de eventos y galería de exposiciones.

No te pierdas la perspectiva desde la biblioteca hacia la fuente, descubrirás un peculiar efecto óptico que tramó el escultor: un enorme miembro viril. Este es uno de los 7 secretos de Bolonia, que nadie debe perderse en su visita.

2. La Piazza Maggiore

La Plaza Mayor está presidida por la Basílica de San Petronio (s. XIV), dedicada al patrono de la ciudad, iba a ser el templo más grande del mundo cristiano pero eso no gusto en Roma y las obras quedaron inacabadas. En su interior destaca el coro de madera del Quattrocento de Agostino de’ Marchi, los dos Órganos monumentales. De las capillas, la de Bolognini, decorada a inicios de 1400, tiene una rica transenna marmórea en estilo gótico; en el altar se encuentra un riquísimo políptico gótico de madera dorada y policromada, con veintisiete figuras talladas y otras pintadas. Aquí se coronó al emperador Carlos V.

Otro de los alicientes del interior del templo es el curioso fenómeno que se produce en los meses que van de noviembre a marzo. Cuando el sol se filtra del techo y traza una línea de luz. La meridiana de San Petronio construida en 1655 por Giandomenico Cassini. Mide casi 70 metros de largo siendo la mayor del Mundo. Otro de los 7 secretos de Bolonia.

En la plaza también hay otros edificios significativos como: el Palazzo d’Accursio o Comunale (s. XIII y XV), donde se ubica el Ayuntamiento, se pueden visitar gratuitamente algunas estancias como la sala Farnesio, la Torre dell’Orologio o del Reloj, situada en la esquina al final del palacio. Construida a mediados del siglo XIII, mide casi los 37 m y alberga un reloj de 6,40 m de diámetro, uno de los más grandes de Italia. A la izquierda de la iglesia encontramos el Palacio del Notai, construido a partir de 1381 por la «Sociedad de Escribanos» para convertirlo en su sede. A la derecha el Palazzo dei Banchi, donde se desarrollaban las operaciones de cambio de moneda y los locales, ocupados por los banqueros de los siglos XV y XVI, hoy son sede de algunos de los negocios más elegantes de la ciudad. Por último, frente a la basílica el Palazzo Podestà, construido alrededor del año 1200 para llevar a cabo las funciones públicas y como sede del Podestà y de sus funcionarios. Se trata de un gran complejo arquitectónico atravesado por dos calles que se cruzan en el Voltone del Podestà, bajo el cual se yergue la Torre dell’Arengo, cuya campana avisaba al pueblo de acontecimientos extraordinarios.

Otro de los 7 secretos de Bolonia, se encuentra bajo los pórticos de esta torre, justamente bajo la Voltone del Podestà, si le hablas de cara a la pared bajo las estatuas de San Doménico y/o de San Petronio, tu voz se oirá perfectamente en la esquina opuesta bajo el otro santo.

3. El Palacio Archiginnasio

Al Archiginnasio de Bolonia se accede desde la Piazza Galvani, fue sede de la antigua Universidad y alberga la Biblioteca Comunal. Su estructura en dos plantas con un pórtico frontal y un patio central con un doble orden de logias. Ricamente adornado por los escudos de los estudiantes que han pasado por la institución. En la planta superior se encuentra el Teatro Anatómico (S. XVII). Se trata del aula para la disección de cuerpos de la Facultad de Medicina, con forma de anfiteatro, construida en madera de abeto, artesonado y decorada con estatuas.

4. Il Quadrilatero

Muy cerca se encuentra un conjunto de calles estrechas que conforma el llamado Cuadrilátero, conformado por las calles via degli Orefici, Portico del Pavaglione, via Clavatura y via Castiglione, aquí se encuentran alguno de los mejores restaurantes, solumerias (embutidos) y tiendas de productos frescos de alimentación amén del Mercato di Mezzo. Es el paraíso de la gula, una parada ineludible.

5. Las Torres Gemelas

Las torres defensivas Garisenda y Asinelli (s. XII) son 2 de las 20, que aun se conservan, de las más de 200 que tuvo la ciudad en la época medieval. Símbolos de riqueza, poder y prestigio social de las familias ricas que las poseían. Por ello sus nombres derivan de ellas. Hoy solo se puede subir a la torre Asinelli, eso si para llegar a sus casi 100 mts de altura tendrás que subir casi 500 escalones, pero dicen que las vistas de la ciudad son el mejor premio.

Dejando atrás estas dos impresionantes torres y de camino a la Catedral de San Pedro, podemos ver otras dos torres interesantes: la Torre Azzoguidi, o Altabella con 61 metros es la segunda más alta de la ciudad. Muy cerca vemos la Torre Prendiparte o Torre Coronata, con 60 metros, antigua torre de defensa y prisión, construida también en el siglo XII, que ahora alberga un B&B.

6. Catedral de San Pedro

Los orígenes de la Catedral Metropolitana de San Pedro de Bolonia, se remontan al siglo X, aunque a través de los años se han realizado muchas reconstrucciones por incendios, terremotos, etc. La fachada de Alfonso Torreggiani se levantó en 1754 encargada por el Papa Benedetto XIV, nacido en la ciudad. El interior de la iglesia se encuentra adornado con las pinturas de Prospero Fontana (1579), Ludovico Carracci (1618), Marcantonio Franceschini (1728) y Donato Creti (1740). El campanario mide 70 metros de altura se inició en 1184 y concluyó en 1426, en su interior se encuentra la campana llamada la nonna (la abuela) que pesa 33 toneladas.

7. Mercato delle Erbe

El mercado cubierto de las Hierbas es el más grande del centro histórico, poco visitado por turistas, fue diseñado en 1910 por Arturo Carpi y Luigi Mellucci. Combina puestos y tiendas tradicionales con restaurantes, vinotecas, puntos de encuentro, frecuentados por miles de personas, incluidos turistas. Se ubica al final de la vía Ugo Bassi.

8. Collezioni Comunali D’Arte

En la misma vía encontramos un edificio que alberga la Colección Municipal de Arte, está adosado al Palazzo Comunale por detrás, y alberga 250 pinturas y muebles, porcelanas, telas, y crucifijos de madera medievales de iglesias en el área de Bolonia. En la pared lateral destaca la Fontanna Vecchia (s. XVI), obra del arquitecto palermitano Tommaso Laureti, quien también diseñó la Fuente de Neptuno. ¡Una fuente de agua potable!.

9. Plaza de las Mercancías

En ella destaca el Palazzo della Mercanzia, también conocido como Loggia dei Mercanti Palazzo del Carrobbio. Desde finales del siglo XIV hasta finales del siglo XVIII fue sede de la Universitas mercatorum (Foro de los Comerciantes) y de algunas Corporaciones. A partir de 1797 , con la ocupación francesa, se convierte en la sede de la Cámara de Comercio.

Continuamos por la Strada Maggiore, hasta encontrarnos con la Cosa Isolani, uno de los ejemplos más característicos de la arquitectura románico-gótica boloñesa, caracterizado por altos pórticos de madera. En este caso el pórtico se sostine por una viga de madera (unos 9 metros) y fue construido hacia 1250. Aquí encontramos otro de los 7 secretos de Bolonia, las tres flechas. En la estructura de madera hay tres flechas clavadas. Cuenta la leyenda que tres maleantes que pretendían asesinar a un hacendado local disparándole sus flechas a través de la ventana, se despistaron al ver cómo en otra de las estancias aparecía una mujer completamente desnuda.

10. Piazza de Santo Stefano

La plaza está rodeada de magníficos palacios y edificios con preciosos pórticos, pero la joya es la Basílica de Santo Stefano conocida como Las 7 iglesias. Es un complejo religioso medieval formado por la unión de 4 iglesias, que antiguamente había que sumar a 3 iglesias más. En su interior se puede ver una réplica del Santo Sepulcro de Jerusalén del siglo V, un claustro medieval y el precioso Patio de Pilato.

Cerca de la plaza encontramos otro de los 7 secretos de Bolonia: la cara esculpida del diablo. Cuenta la leyenda que en la Piazza vivía una de las familias más poderosas de la ciudad, cuyos miembros se llevaban a matar. El padre de esta familia mandó esculpir la cara de todos los miembros en la fachada del palacete y el arquitecto encargado de cincelar los rostros coló, entre unos y otros, la cara del diablo. Tal vez para indicar que el mal habitaba en aquella familia. Tuvimos la mala suerte de encontrar parte del edificio en obras, justamente donde estaba la máscara del diablo.

11. La Finestrella 

Bolonia también era conocida como la piccola Venezia. Los canales se construyeron (s. XII) para conectar la ciudad con el río Po y suministrar agua y energía mecánica (molinos) a las fábricas textiles de la ciudad. Posteriormente los canales fueron soterrados y convertidos en cloacas. Pero alguno de ellos sobrevivió y todavía es posible contemplarlo a través de una pequeña ventana en la via Piella, conocido como la Finestrella, permite ver un tramo del antiguo Canalle delle Reno, una imagen sorprendente que nada tiene que envidiarle a Venecia, bueno eso dicen ellos. Además es otro de los 7 Secretos de Bolonia.

12. Los Pórticos

La ciudad tiene más de 40 kilómetros de soportales y por ello están considerados los más largos del mundo. Uno de los más imprescindibles, es el Pórtico de San Luca de 3,7 kilómetros que une el casco antiguo con el Santuario Madonna di San Luca, a lo largo de 666 arcos. La construcción de los pórticos se remonta a la Edad Media como consecuencia de la gran cantidad de estudiantes que vinieron a su renombrada universidad y al no poder alojarlos a todos, se amplió las casas ganando terreno a la calle, sin perjudicar mucho a los viandantes.

13. Parco della Montagnola

El Parco della Montagnola es uno de los parques públicos más grandes de la ciudad y se encuentra muy cerca de la estación central. Una bella escultura de Diego Sarti y Pietro Veronesi preside la escalinata de acceso a este parque. Frente a él podemos ver la Porta Galliera (1659-1661), puerta de las antiguas murallas medievales exteriores, junto a lo que queda de la fortaleza de Galliera, construida entre 1330 y 1333.