De nuevo te damos la bienvenida a nuestra Ruta por los Pueblos más bonitos de Andalucía y esta vez nos vamos a la Provincia de Sevilla. En plena Semana Santa, aislarse del fervor religioso de los sevillanos por sus pasos, sus vírgenes y todo envuelto en el aromático olor del incienso fue muy difícil, tanto o más que elegir que pueblos visitar.
Carmona, el legado romano

Comenzamos nuestro periplo por la antigua Puerta de Córdoba, bajo ella discurría la Vía Augusta a su salida de Carmona hacia Córdoba. Su construcción original data del siglo I d.C. en época romana.


Nos adentramos en este antiguo burgo, ya existente en época fenicia, por la calle Dolores Quintanilla, que nos llevará al Convento de Santa Clara, fundado en 1460, siendo una de las primeras muestras de arquitectura conventual existente en la ciudad.


Continuamos por la calle Sta Mª de Gracia hasta llegar a la Plz. del Marqués de las Torres, donde se levanta el Convento de las Descalzas, inicialmente de 1629. Constituye un conjunto de edificaciones que incluye la iglesia de 1718 y la zona de clausura de las monjas agustinas. En la plaza se levanta la estatua de Santa Angela de la Cruz, fundadora de la congregación religiosa Compañía de las Hermanas de la Cruz, canonizada por Juan Pablo II.
En la misma plaza hay una entrada a la Iglesia Prioral de Santa María de la Asunción edificada en distintas fases entre los siglos XV y XVI sobre la antigua mezquita mayor, en estilo tardogótico andaluz. Entramos por la entrada del Patio de los Naranjos, antiguo patio de las abluciones. El templo presenta planta de salón, con tres naves y capillas situadas entre los contrafuertes laterales.

Continuando por la calle Martín López se llega la plaza de San Fernando, también conocida como plaza de Arriba, está situada en la antigua intersección del cardo máximo y el decumano, donde se encontraba el foro romano. La farola de hierro forjado, que se encuentra en el centro de la plaza, procede de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929.



Bajando por la calle Prim llegamos a la trasera de la Puerta de Sevilla, su origen está establecido en el s. IX a.C. Los cartagineses construyeron un baluarte sobre la primitiva torre del siglo VIII a. C. En época de Augusto, reforzaron y reformaron la estructura levantada por los cartagineses con el conjunto de puertas que todavía hoy puede verse. Durante el periodo islámico se implementaron varios arcos de herradura de época Califal, s. X y de época Almohade, s. XII.

Frente a la puerta y pasada la plaza de Blas Infante se levanta la Parroquia de San Pedro, durante el S. XV con forma de planta basilical característica del mudéjar sevillano. En el S. XVIII, en pleno auge del barroco, adquirió el aspecto actual.


Giramos por la calle San Bartolomé, donde vemos la iglesia San Bartolomé, en estilo mudéjar andaluz, con tres naves separadas entre sí mediante pilares, ábside y crucero. El ábside de la nave central se cubre con una bóveda de nervadura estrellada propia del arte gótico, fechando la construcción del templo a finales del s. XV.

Nos acercamos al Mercado de Abastos, es una obra de Ramón del Toro realizada en 1842, a modo de las plazas mayores castellanas, se trata de un gran patio rectangular, compuesto por cuatro galerías porticadas y lonjas para los 28 puestos, de estilo neoclásico.
Finalizamos nuestro recorrido en el Alcázar del Rey Don Pedro, en el punto más elevado de la ciudad y con vista a la vega que la circunda. El Rey D. Pedro I, más conocido por el Cruel, lo hizo construir en el s. XIV sobre una fortificación de época almohade. Los Reyes Católicos embellecieron las dependencias reales y construyeron el Cubete. Se trata de un fortín de forma ovalada que se encuentra saliendo de la puerta principal en el camino hacia la derecha, en paralelo al foso que bordea la muralla. En el patio de armas se levantó en fechas recientes un nuevo edificio para acoger el Parador de Turismo de Carmona.

Écija, La Ciudad de las Torres
Fundada por los tartesos en el siglo VIII a. de C., por aquí pasaron más tarde romanos, visigodos, árabes y cristianos. Asentada en el margen izquierdo del río Genil y la desembocadura del arroyo del Matadero, en el valle del Guadalquivir. Su inconfundible silueta se reconoce desde lo lejos, famosa por sus casas-palacio, vestigios de épocas pasadas y sus onces torres que se elevan al cielo, otorgándole su apodo.




Las torres de Écija forman un conjunto de torres parroquiales y conventuales incluidas dentro del importante patrimonio arquitectónico y monumental de la ciudad que se creó principalmente a lo largo del siglo XVIII. Visitamos aquellas que creímos que eran las más emblemáticas. La de la Iglesia de Santiago, la de Santa María —es la que más campanas tiene, se da un aire a la Giralda—, la de San Juan —la más ecijana de todas— o la de San Gil. Hay que recordar que aquí se asentaron hasta unas 20 órdenes eclesiásticas. Ufff… ¡Cuántas misas!, jajaja.








Pusimos rumbo a la Plaza de España, el corazón de la ciudad, centro histórico, social y lúdico de los ecijanos. Rodeada de notables edificios, tanto de carácter civil como religioso. El Ayuntamiento también llamado el Salón, que ocupa todo el frente de la plaza, estaba cubierto por restauración y no pudimos disfrutar de su estilo neoclásico. Las iglesias de San Francisco en gótico-mudéjar o la de Santa Barbara en estilo neoclásico. También destacan algunos edificios de época medieval, con soportales típicos castellanos, sobre los que se abren amplias galerías abiertas a base de arcos sobre columnas en forma de miradores sobre la plaza, desde donde la nobleza disfrutaba de actos públicos y religiosos; destacan los barrocos de Peñaflor y Benamejí, del siglo XVIII. El conjunto se remata con una decorativa fuente, así como varios surtidores de agua que emanan del suelo.

En 2002, durante las obras para la construcción de un aparcamiento subterráneo, aparecieron restos romanos y musulmanes a tan solo unos metros bajo el suelo. en este mismo lugar existió un estanque romano allá por el siglo I a.C.
Viendo estos edificios o casas-palacio solo hay que recordar que en el siglo de oro ecijano convivieron en la ciudad casi 40 títulos nobiliarios, 13 de ellos Grandes de España. El Palacio de Peñaflor, con esa fachada curva adaptada a la calle, con esos balcones, con esas pinturas al fresco decorando sus paredes y esa maravilla de diseño es puro barroco. La casa-palacio de los Valdehermoso, renacentista, con una imponente portada plateresca, la casa-palacio de los Villaverde de San Isidro, con un precioso patio preñado de flores. Tampoco pueden faltar la Casa Mirador del Gremio de la Seda, del siglo XVIII, aunque no es un palacio sino la sede de este gremio.
Osuna, La ciudad del Renacimiento Español

Osuna tiene alma de pueblo con patrimonio monumental, aquí se encuentra el mayor conjunto renacentista sevillano con más de una decena de edificios: iglesias, conventos, la universidad, la Colegiata y el Sepulcro Ducal, entre otras joyas.




Empezaremos desde lo alto para tener una visión de conjunto. En este otero vemos primero la Antigua Universidad, aquí desde 1548, fecha de su construcción, hasta el momento de su cierre definitivo en 1824, de volumen severo y forma rectangular, con portada, torreones y claustro. Desde el amplio vestíbulo de acceso, destaca su artesonado, se accede al Oratorio, a la Sala de grados y al Claustro con un precioso pozo con brocal de piedra labrada en su centro.


Frente a ella, al pie del cerro y con vista a toda la ciudad, que se extiende a sus pies, se eleva la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción de Osuna, uno de los mejores exponentes de arquitectura del renacimiento en España. El edificio que se comienza a construir en el año 1531 con el patrocinio del Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña y padre del primer Duque de Osuna. Diseñada por los arquitectos Diego de Riaño y Martín de Gaínza, para servir de panteón de la Casa de Osuna, fue enriquecida con obras de arte procedentes, en su gran mayoría, de autores italianos, al haber sido el duque de Osuna virrey de ese reino.




La entrada (5 €, 45min) da derecho a una visita guiada en grupo a determinadas horas. La visita comienza por el patio del Sepulcro, cuadrado y con doble galería de arcos sobre columnas decoradas con grutescos. A continuación se accede a la Sacristía donde encontramos un retablo con pinturas del siglo XVI, presidido por Cristo con la Cruz atribuido a Luis de Morales, siglo XVI. En un lateral está el acceso a la pequeña Capilla de la Virgen de la Granada.
Unos escalones nos llevan a la Capilla del Panteón es una obra maestra del renacimiento andaluz, obra de Martín de Gaínza siglo XVI. Es de planta rectangular con tres naves. Los muros están decorados con grutescos, abundantes ángeles y las cabezas de San Pedro y San Pablo. La bóveda es de casetones de yeso. La preside el relieve del Entierro de Cristo, obra maestra de Roque Balduque, siglo XVI. En el muro, la imagen de la Virgen de Trapani , en alabastro del siglo XVII y el relieve de San Jerónimo penitente , de autor desconocido del siglo XVI. En el centro el Coro con doce asientos con decoración de grutescos, en él se encuentra una pintura de la Piedad del XVI. La Cripta del panteón de la Casa de Osuna se encuentra bajo la capilla, está decorada con zócalos de azulejos. Se compone de tres recintos cubiertos con bóvedas.









Ahora pasamos al Museo, entramos en la La sala principal, donde se encuentra la Sacristía de la Colegiata, en la entrada vemos un altar Relicario de los Jesuitas y una pintura de la Virgen con el Niño italiana. En la siguiente sala hay una colección de cuadros de José de Ribera, El Españoleto del siglo XVII. Representan a San Pedro penitente y el martirio de San Bartolomé, de gran realismo. En vitrinas hay libros Corales y piezas de orfebrería, donde destacan una Cruz procesional, una arqueta para el Santísimo, dos ostensorios etc.

Pasamos finalmente a la Iglesia Colegial, de planta de salón rectangular, amplia, de tres naves, bien iluminadas por ventanas. Cada nave tiene tres capillas rectangulares cubiertas con bóvedas vaídas y semiesférica, soportadas con pilastras y columnas adosadas.


El presbiterio está cubierto por bóveda de media naranja. La nave central principal es más ancha, la preside un gran retablo barroco del siglo XVIII, en el centro el relieve de la Asunción de la Virgen, la acompañada las imágenes de San Isidoro, San Leandro, San Pedro y San Pablo, cuadros de santos obispos y en el ático el Calvario. Se completa con dos púlpitos de mármol.




A pocos metros se encuentra la capilla del Sagrario, la tumba de Mariano Téllez-Girón, que puede presumir de haber acabado con el esplendor de la casa de Osuna y diferentes capillas que bien merecen una visita. En el muro lateral el maravilloso cuadro del Calvario con el Cristo de la Expiración, obra de José de Ribera. Capilla la Virgen de la Antigua, en un retablo realizado en mármoles de colores. A cada lado cuadros de los Padres de la iglesia, San Agustín y San Jerónimo.

Después de este empacho cultural nos dirigimos al cercano Monasterio de la Encarnación, un convento de clausura. Y sin casi darnos cuenta nos vimos nuevamente envueltos en una visita guiada por una de las monjas de clausura que nos mostró el interior con algo de premura porque habían llamado para el refectorio. El Monasterio se levantó en 1549 como Hospital de la Encarnación del Hijo de Dios. En 1612 lo ocuparon los jesuitas y en 1626 la IV Duquesa de Osuna funda, en el solar del antiguo hospital, el Monasterio que habían de regir las religiosas de la Real y Militar Orden de la Merced. La fachada está realizada en ladrillo, enmarcándose el vano de entrada por pilastras y rematándose con un frontón partido.





El interior de la Iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con huecos. El retablo mayor es barroco, destacando en la hornacina principal una escultura de la Virgen de la Merced.





A través de la Iglesia accedemos a un patio porticado con espléndidos azulejos sevillanos del siglo XVIII, donde se observan escenas bíblicas, los 5 sentidos, las 4 estaciones del año, motivos callejeros y monjas rezando en coro. También se observa escenas de montería y tauromaquia. Gran parte del interior de la clausura se ha convertido en Museo, dispuesto en torno al claustro principal. El Museo está compuesto por 4 salas donde destacan una importante colección de Niños Jesús, piezas de orfebrería e importantes obras de imaginería.






Descendemos ahora por la calle San Antón dejando la Torre del Agua, antiguo bastión del cinturón de murallas almohade del XII, es donde se ubica actualmente el Museo Arqueológico. La calle desemboca en la Plaza Mayor, conocida popularmente como la Alameda, En sus frentes se levantan varios edificios singulares y de notable interés, entre los que se citan el Ayuntamiento de la ciudad, que data del siglo XVI, edificada sobre el arco de la Puerta de Teba sobre el año 1533, el Casino, el del Mercado Municipal de Abastos, o la Iglesia del Convento de la Concepción que inicia su construcción en el siglo XVI.
Desde la esquina parte la calle Sevilla, que junto con la Calle Cristo y la de San Pedro, conforman el conjunto arquitectónico de edificios, tanto civiles como religiosos, más impresionante de la villa. Portales barrocos, renacentistas, se mezclan con ventanas vestidas de reja de forja. En algunos podemos adéntranos en los bellos y frescos patios, aunque en la mayoría la puerta cerrada los preservan de sus secretos. Palacios como los del Marqués de la Gomera, el Palacio de Govantes y Herdara o el Palacio de los Cepeda son algunos de los más bellos.

Son muchos los edificios religiosos de Osuna, si bien la mayoría permanecen cerrados, seguramente por los amigos de lo ajeno y la falta de seguridad para mantener el patrimonio tan importante. Sin embargo me permitiré significar la Iglesia de Santo Domingo, actual parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción. Se comenzó a construir en el s. XVI bajo el patronato del IV Conde de Ureña y reconstruida en los s. XVII y XVIII. Destaca la altura de sus paramentos de piedra bellamente decorados con elementos renacentistas.

El Arco de la Pastora, se encuentra sobre la que fue antiguamente llamada la Puerta de Écija, ubicada entre la Plaza de Cervantes y la Calle Alfonso XII. Construida en el año 1794, en estilo neoclásico con piedra labrada, tiene un arco central de medio punto, está rematado con un friso, sobre ese hay un frontón en forma triangular.

Cerca se encuentra La Plaza de Toros, comenzada a edificar a principios del año 1902, con sillares de la vieja muralla romana de Osuna. Se ha hecho famosa porque en el año 2014 se grabó parte de la 5ª temporada de Juego de Tronos.




En las afueras de la ciudad se encuentra el paraje conocido como el Coto de las Canteras, en terrenos de la antigua Urso, lugar donde se extraían las piedras para las edificaciones desde antes de la ocupación romana. Se trata de un paraje formado por tajos y farallones en el que se encuentra ubicada la Necrópolis hipogea y el Teatro Romano. Algunos se han dejado llevar por la fantasía y la nombran como la Perta de Andalucía, desde luego no han visitado Petra, jajaja.
10/06/2022 at 18:01
Preciosos lugares!
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30/10/2022 at 15:54
Reblogueó esto en Blog de mis amores.
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