Oculta entre la niebla de los montes Cárpatos emerge con fuerza la figura del Castillo de Bran, famoso por ser donde Bram Stoker ambientó la leyenda del conde Drácula, basada en un personaje real del siglo XV, Vlad lll, más conocido como Vlad el Empalador, príncipe de Valaquia, Fue un gran luchador en contra del expansionismo otomano que amenazaba a su país y al resto de Europa, y también fue famoso por su manera de castigar a los enemigos y traidores empalándolos para sembrar el terror entre sus enemigos.
Pero comencemos el relato del viaje por el principio. Dejamos atrás la bella y parisina Bucarest y el antiguo reino de Valaquia para adentrarnos en el de Transilvania. Nuestra primera parada fue el pueblo de Sinaia, la perla de los Cárpatos a los pies de los montes Bucegi, en el valle de Prahova. Su nombre deriva del monasterio aquí situado que hace referencia al monte Sinaí. Este pueblo está encajonado entre montañas y su principal atractivo es la visita al Castillo de Peles, ubicado en las afueras del centro, rodeado de bosques de abetos y jardines con esculturas de Romanelli, el cual solo se puede divisar hasta llegar a él. Construido entre 1873 a 1914 es una de las obras de la arquitectura renacentista alemana más singulares. Se usó como vivienda de verano para la familia real rumana, su primer inquilino fue el rey Carlos I de Rumanía.
A 100 metros se levanta el palacio Pelisor, de pequeñas dimensiones, situado en el parque Peles. Construido entre 1899 y 1902, según los proyectos del arquitecto checo Karen Liman y decorado por el artista vienés Bernhardt Ludwig, el castillo es, a partir de 1903, residencia de verano de los príncipes herederos Ferdinand y María. Una joya del art nouveau.
Ahora nos dirigimos al castillo de Bran, ubicado en el pueblo de Bran, rodeado de un aura de misterio y leyenda en torno al mito de Drácula de Bram Stoker. Su emplazamiento en la frontera entre Transilvania y Valaquia, permitía la defensa de los ataques de Valaquia y de los otomanos. El castillo actual se construyó sobre una fortaleza de los Caballeros Teutónicos de 1212, por orden de Luis I de Hungría en 1377.
Durante la época comunista fue un museo de historia y arte medieval, tras la revolución de 1989, fue devuelto a la familia Habsburgo, que actualmente lo explota. El castillo está abierto a los turistas, que pueden ver el interior solo o como parte de una visita guiada. Fuera del castillo hay ejemplos de casas de labranza tradicionales rumanas y casas de campesinos, así como mercadillos de productos típicos y souvenir.
Aunque, erróneamente, es llamado Castillo de Drácula, parece ser que ni lo construyó ni vivió en él, aunque se cree que pasó en una de sus mazmorras unos días en su camino a la prisión en Budapest. En cualquier caso para nosotros significaba cerrar un camino que había comenzado hacía mucho tiempo.
Camino de Brasov pasamos por el pueblo de Rasnov, donde en lo alto de una colina se encuentra una fortaleza construida en 1335 por los caballeros de la Orden Teutónica como protección de las invasiones tártaras. Curiosamente el nombre del pueblo se expone al estilo hollywoodiense con letras mayúsculas en lo alto de una colina.
Continuamos con nuestra ruta por Transilvania….
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