Aprovechando las fiestas de el 1 de Mayo decidimos realizar la ruta que va desde el pueblo de Tajao hasta el Arco de Tajao a través del Barranco de Bijagua o Tajao. El pueblo de San Miguel de Tajao pertenece al municipio de Arico, que es muy conocido por ser un pueblo de pescadores y sus restaurantes tienen fama de buen pescado. La ruta es sencilla, unos 4 km que se realizan en unas 3 horas, con senderos bien indicados e informados por paneles.
La herramienta del Gobierno de Canarias, IDECanarias visor 3.0, nos permite visualizar los mapas topográficos con gran cantidad de información sobre los lugares de la ruta que vamos a realizar. También en wikiloc se pueden encontrar rutas para el gps si dispones de uno.
Nuestra ruta comienza en la plaza de San Miguel, a lado de las canchas deportivas y junto a la capilla consagrada a San Miguel Arcángel, una pena que estuviese cerrada.
Frente a ella se extiende el puerto con los barcos abigarrados y protegidos por el espigón con las artes de pesca preparadas para una nueva salida.
Comenzamos andando por el paseo que finaliza en un enorme bloque de caliza que recibe el nombre de Morro Morriña, al asomarnos vemos otro bloque que parece haberse desgajado del arrecife y que las olas van poco a poco erosionándolo. Al fondo se ve una playa de difícil acceso donde el mar bate con fuerza.
Ahora toca ascender por el acantilado de caliza que se corta en el mar en forma de media luna. Desde lo alto las vistas son impresionante sobre el pueblo y su puerto pesquero y en dirección contraria sobre la costa.
Comenzamos a descender por la roca caliza hasta llegar a una especie de vaguada, donde en esta época del año crecen tabaibas dulces, balos, salados blancos o aulagas…etc.
Finalmente llegamos a una playa de cayados, denominada Morriña y que coincide con la desembocadura del Barranco de Bijagua o Tajao. Dejando la playa a nuestra espalda, hacia la izquierda, un camino asciende por una loma pedregosa y resbaladiza, pero antes nos acercamos a un mojón informativo que nos señala la importancia de los distintos pisos vegetales de esta parte de la isla.
Seguimos un sendero bien indicado acotado por piedras que han ido acumulando, siempre por el borde del barranco y con vistas al cauce. Un poco más adelante encontramos otro mojón informativo. Esta vez nos hace alusión a la Cantería y su uso, el lugar está abarrotado de este material, parece que se llamaba Cantera Rejada.
Continuamos nuestro sendero hasta encontrarnos otro mojón informativo esta vez nos habla de las bondades de la tabaiba dulce, que en esta zona es muy abundante.
Siempre con el cauce del barranco a nuestra derecha, pasamos ahora por una zona de excedente de material de cantería y un poco más arriba ya se vislumbra al fondo el Arco de Tajao, incluso la autopista del sur TF-1.
Ascendemos con mayor ansia al estar tan cerca, las formaciones rocosas son impresionantes justo antes de llegar al panel informativo donde se explica la formación geológica del Arco.
La erosión del viento y el agua durante miles de año ha logrado este fenómeno natural tan espléndido. Por toda la zona se ven desprendimientos de grandes rocas que una vez estuvieron formando parte del conjunto, entre ellas sobresalen grandes cardones que dan al paisaje agreste y seco un aire mexicano.
Regresamos sobre nuestro pasos unos 10 metros y descendemos por un camino que nos lleva hasta el cauce principal del barranco, todavía queda agua en algunas de las pozas que se han formado, en esta parte el fondo está formado por grandes piedras lisas, pulidas por el paso del agua. Unos metros más abajo en dirección al mar tomamos un camino que asciende por la ladera del barranco opuesta por la que subimos.
Seguimos el sendero por el borde del barranco con un firme muy pedregoso, son los restos del material de una cantera, ahora el sendero comienza a descender hasta llegar a un nuevo cartel informativo sobre los materiales volcánicos de la zona y su uso para el oficio de la cantería. El sendero sigue su descenso sinuoso hasta alcanzar el cauce del barranco, antes pasamos por una formación circular de piedras es el llamado Pozo de Tajao de Arriba.
Avanzamos por el cauce arenoso rodeado de paredes formidables donde se observa la erosión de las rocas volcánicas que dan lugar a oquedades o cuevas donde seguramente se resguardaban los pastores y/o animales en otros tiempos.
Esta zona es mas húmeda y la cantidad de tabaibas, balos, salados blancos, incienso, matorrisco común, y en las zonas arenosas del cauce destacan ciertas gramíneas de ambientes áridos y semiáridos, tales como Eremopogon foveolatus, Hyparrhenia sinaica y Cenchrus ciliaris, entre otras, pero lo que más llama la atención es la cantidad de Rabo de Gato, una gramínea africana, de gran potencial colonizador, que fue introducida en la isla en los años 70 como planta ornamental y como va matando a las otras plantas autóctonas y ocupando su lugar. Es impresionante.
Un gran mojón de piedra que contiene un panel informativo, nos sale al paso, esta vez nos indica la existencia de otro pozo, el llamado Pozo de Tajao; servía como suministro y almacenamiento de agua para el consumo humano del personal que trabajaba en la cantería.
Ya casi hemos llegado a la playa y tomamos el sendero que nos lleva al penúltimo panel informativo, en este caso es curioso porque se trata del inicio de la ruta que hemos realizado, se denomina “Ecomuseo de la Piedra”. Digo lo de curioso porque debería estar al inicio de la ruta y no aquí.
Continuamos por el camino que primero asciende para luego bajar en dirección a la costa y al último panel informativo situado cerca de la entrada de una vieja cueva excavada en la roca, que los habitantes del lugar llaman la Cueva de la Chalana, ya que antiguamente se guardaba una pequeña barcaza que se utilizaba para el transporte de la cantería hasta los barcos fondeados. Según la información la piedra tallada en la cantera cercana era transportada por mar a los distintos pueblos de la isla para la edificación de algunos edificios históricos como por ejemplo la Catedral de La Laguna, el Palacio de la Capitanía General de Canarias, o incluso para la exportación a otros países, como Cuba y República Dominicana, etc…
Regresamos sobre nuestros paso y cruzamos la playa en dirección al pueblo de Tajao.
Hicimos nuestra última parada en el Restaurante «El Rincón del Marinero» donde disfrutamos de un buen almuerzo.
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