Amanece en Bukhara y el día promete ser caluroso. Después del  fastuoso desayuno en nuestro B&B Fátima negociamos el traslado en coche (80€) hasta Samarcandahaciendo un alto en la ciudad natal de Timuro Tamerlán, Shahrisabz. El trayecto de más de 430 km duró más de 6 h debido a las paradas que realizamos.
 

 
Shahrisabzo Shahr-e Sabz, en persa significa “ciudad verde”, su antiguo nombre era Kesh y desde 1993 es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.  Se encuentra al pie de la cordillera de Zarafshan en el valle del río de Qashqadaryo. 

 

La ciudad nos recibió en obras, una profunda renovación del acceso viario en la zona de los monumentos más importantes  estaba en marcha. No sé si estábamos cansados o hambrientos, o por la cantidad de tierra y polvo que levantaban las obras o por el sol que nos derretía, pero nos resultó bastante prescindible la visita a esta ciudad, a pesar de las buenas opiniones vertidas en tantas webs.


Entre el tremendo caos destacan partes de la muralla de fortificación de la ciudad que aún se conservan hoy en día, justo detrás el Palacio Ak-Saray  o Palacio blanco. La construcción de este palacio de verano comenzó en 1380 y hasta 1404 no finalizaron las obras del interior. 

 

Hoy en día sólo se conservan los dos pilones de la entrada principal con sus gigantescos muros, de 40 metros de altura, cubiertos con mosaicos azules, blancos y dorados. Tuvimos una agarrada con un vigilante que nos quería cobrar una entrada, así que hicimos las fotos desde el exterior.

 
Hemos de hacer mención al embajador español, Ruy González de Clavijo, que a principios del siglo XV fue enviado por Enrique III de Castilla a Samarkanda, como embajador ante Tamerlán para sellar una alianza contra los turcos que amenazaban Europa.  Pasó por Shahrisabzen 1404 en su camino hacia la corte, quedando admirado por la construcción.Fruto del viaje publicó un libro titulado “Embajada a Tamerlán”, que es una de las joyas de la literatura medieval castellana.

 
Frente al palacio se abre una gran la plaza, anteriormente estaba rodeada por jardines y fuentes, pero en estas fechas solo hay tierra y polvo. Aquí se erige la estatua de Timur o Tamberlán, a la cual los uzbecos suelen dar tres vueltas.

 
Nuestro conductor nos llevó al complejo Dorut Tillovat situado al sur de la ciudad. Destaca la Mezquita Kok Gumbaz, cuyo nombre significa “cúpula azul” y es la mezquita de los viernes, construida por Ulughbeken el año 1437 en honor a su padre Shah Ulughbek, hijo de Tamerlán. Se accede por un patio de frondosos árboles donde hay un minarete aislado para llamar a la oración. En el lado derecho se encuentra la mezquita, a la cual se ingresa por una puerta, adornada con inscripciones en mayólica de textos del Corán. Dentro una sala cuadrada rematada con una hermosa cúpula central de 46 metros de diámetro. En la actualidad es objeto de una lenta restauración ya que sus azulejos están bastante deteriorados.

 
A la izquierda del patio, se encuentran los dos mausoleos, el primero corresponde a Sheyj Shamsiddin Kulol, tutor espiritual de Tamerlán, es el edificio más antiguo, data de 1370 y contiene en el centro un sarcófago blanco. Justamente al lado, el mausoleo Amir Taragay, en el que hay cuatro sarcófagos, siendo el mayor de ellos el correspondiente al padre de Tamerlán.

 
A continuación nos dirigimos caminando hacia el este donde se encuentra el complejo llamado Dorus Saodat “lugar de poder y deseo”, fue concebida en 1376 como mausoleo de la familia de Tamerlán.  Hoy sólo se conserva la parte izquierda del portal que contiene la tumba de Jahangir, el hijo mayor y el favorito de Tamerlán,que murió a los veintidós años. También se encuentran aquí los restos de otro hijo llamado Umar Shekih.

 
Al lado se encuentra la mezquita Khazrati-Imam, un aiwan sostenido por columnas de madera se abre a un patio rodeado de grandes árboles que proyectan sombra. Gracias a un pozo de agua, que seguramente se usa para las abluciones pudimos quitarnos el polvo de los pies.

 
En el lado sur del mausoleo se encuentra la cripta que Tamerlán se mandó construir, pero que no utilizó, ya que él está enterrado en Samarcanda. Es una habitación pequeña (menos de 40 metros cuadrados). Las paredes, el piso y el techo abovedado se apoyan en arcos hechos de losas de piedra caliza marmórea gris claro. En el centro de la habitación, incrustado en piso, se alza un sarcófago de mármol. Fuera hay tenderetes de productos típicos regentados por mujeres de llamativas cejas pintadas .

 
Dejamos atrás Shahrisabz, hoy sabemos que en el 2016 será el año de conmemoración del aniversario de Tamerlán y por eso las autoridades habían decidido renovar todo el recinto. Sólo nos separaban 80 km de Samarcandapero antes debíamos atravesar la cordillera de Zarafshan en el valle del río de Qashqadaryo por el paso Takhtakarachacon sus 1788m. El conductor nos paró en el alto del paso, las vistas sobre el valle fueron increíbles. Este paso es famoso y conocido como el “Paso del Emir”. La rama de la Ruta de la Seda con dirección al Océano Índicoera el paso elegido  por las caravanas o viajeros individuales.

 

Cansados y hambrientos llegamos a Samarcandahabíamos reservado en el B&B Jahongir. Lo más destacable es su patio, cubierto de enredaderas y parras que dan sombra y frescor, como en un oasis en medio de un caluroso desierto. Sentado en la mesa-cama, leyendo un libro, organizando la visita, hablando con otros viajeros o simplemente haciendo una siesta es un remanso de paz. El personal era muy servicial y acogedor, dispuesto a informarte de todo y a solucionar todas tus peticiones. pero lo mejor es su ubicación a 5 minutos de la Plaza del Registán.

Se acercan nuestros últimos días en este fabuloso país y en ésta magnifica ciudad…Samarcanda, ciudad de ensoñaciones…pero eso será en nuestra siguiente entrada, no os la perdáis…jajajaja…que godo me quedó.