A disfrutar de Tiruchirapalli, Trichy, considerada como el centro geográfico de Tamil Nadu, es un vibrante bazar.
Una de las joyas de la ciudad es el Rock Fort, un enclave rocoso de 83 m de altura, desde lo alto se tiene una espectacular vista de los campos de arroz y de la ciudad.
El ingreso al recinto está en pleno centro en la zona que es conocida, en inglés, Main Guard Gate (Entrada de la Guardia Principal), debido a que todavía permanece en pie una gran puerta de la muralla (que data de las guerras carnáticas) que rodeaba lo que fue la parte antigua de la ciudad.
Las familias suelen subir hasta aqui arriba y almorzar después de rezar en los templos enclavados en la roca.
Al bajar visitamos la iglesia neogótica de Nuestra Señora de Lourdes que se encuentra frente a la alberca de Teppakulam
Después cruzamos el rio Kaveri para dirigirnos a la isla de Srirangam y disfrutar del complejo de templos más importantes de esta ciudad.
En realidad Srirangam, es una isla formada por los ríos Kaveri y Kollidam. E primer templo que vimos fue el de Thiruvanaikovil Temple (Jambukeshvara), representa a Siva como manifestación de agua. Continen el ligam de agua. Cuenta la leyenda que Parvati lo creó, por eso, el sacerdote viste un sari cuando realiza un a puja.
Uno de los templos más curiosos a los que nos llevó Raam fue el Amma Madapam.
Aquí se realizan muchas ceremonias y rituales y miles de peregrinos vienen para purificarse en el rio Kauveri.
Otra ceremonia interesante era la de ofrenda del pelo de los niños que se hace cada año después del nacimiento, hasta el tercer año. Lo malo es que lo afeitan en seco y con una navaja.
En el centro de la isla se eleva el templo Shri Ranganathasamy, el complejo consagrado a Visnu, ocupa 60 Ha, y tiene 21 gopuran, hay que atravesar 7 gopuram para llegar al santusactorum que está prohibido a los no hinduistas. En el 4 puerta se puede subir a lo alto del muro y disfrutar de unas buenas vistas.
Ya hemos comentado que la gente viene a los templos a pasar el día. Aunque más bien parece que vienen a dormir.
Una de las rerezas de este templo es que tiene un gopuram blanco.
La joya del templo es la sala Seshajirirayar Mandapam con sus caballos de guerrar encabritados y montados por guerreros que atacan a yalis (míticas bestias leoninas).
El camino se hacía largo e hicimos una parada en el Templo de los Caballos que era un templo local.
Los lugareños realizan ofrendas de figuras de caballos de cerámica que van colocando a lo largo del camino prosecional.
hasta alcanzar el altar o sanctasantorum. Nos llevamos algunos recuerdos de las imágenes desechadas que se ven detrás del altar. Esto no es profanación.
Continuamos la ruta pasando por la región de Chettinad en el pueblo de Karaikudi, para ver la famosas casas chettiar.
Construcciones del principios de s. XX que realizaron negociantes que viajaron a Birmania, Sri Lanka, Malasya, Vietnam y amasaron grandes fortunas. Hoy en día sus propietarios son descendientes de aquellos hombres convertidos en banqueros, empresarios y productores de cine en Boliwood, Chennai o Bangalore.
Se nos hizo de noche ya que llegamos reventados a las 20:30 h sin ganas casi de cenar y tuvimos que buscar un hotel medio decente en esta santa y milenaria ciudad sagrada del hinduismo, Rameshvaram.
Realmente es una isla que se adentra en el golfo de Mannar, bañada por el golfo de bengala y el océano índico, se llega a ella a través de un impresionante puente batido por el oleaje de ambos mares y un fortísimo viento. A poca distancia se encuentra Sri Lanka.
Lo primero que llama la atención es el número de fieles que se acercan a los ghats que se adentran en el mar para hacer sus ofrendas. Múltiples ceremonias (pujas) dirigidas por sacerdotes del cercano templo reconfortan a los finados que siguen embelesados el ritual que le indica el sadu.
Luego se introducen en el mar y se quitan la ropa vieja y después de bañarse se deben poner ropa limpia. La que se quitan es recogida por un personal epecífico que luego la reúne para repartirla entre los intocables.
El templo de Ramanathaswany está consagrado a Siva y guarda el ligam de arena que instaló el héroe del Ramayana, Rama cuando vino a rescatar a su mujer Sita que había sido raptada por Ravana y llevada a la isla de Sri Lanka.
En el templo se suceden las galerías de columnas con los nichos de los dioses, la alberca sagrada y el sanctosantarum prohibido para los no hindúes.
Subimos a la colina Gandamadana Hill a ver el mandapan de dos alturas que guarda la huella de Rama, antes de saltar hasta Sri Lanka y matar al demonio de Ravana.
Las vistas desde aquí son magnificas
Dejamos la ciudad y cuando ibamos detrás de un camión que trasportaba cocos estos empezaron a caer en la carretera y no se podía pasar.
y saben quién se dedicó a jugar al futbol-coco y despejar la carretera.
Nos acercamos a darnos un baño a una playa inmensa al borde de una fila de cocoteros. El agua estaba caliente y había algunas medusas (luego nos enteramos que no picaban). Sólo vimos a 3 hindúes bañándose. El baño nos sentó fantástico y la arena fina y casi blanca nos quemaba los pies.
10/08/2012 at 17:34
Fantástico! Ya los hindúes tienen a un Messi allí 🙂 Las fotos preciosas, y nos enriquecemos culturalmente con las explicaciones. Sigan disfrutando. Besos
Laura
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